La principal ventaja frente a los medios tradicionales para aprender a andar en bicicleta es que los niños y las niñas adquieren el equilibrio de forma natural y progresiva, se balancean sin riesgos y logran la seguridad que necesitan para continuar andando cada vez con más confianza.
Fomentan la habilidad psicomotora y mejoran el sentido de la orientación con riesgos mínimos en relación a una bicicleta. Una vez adquirida la habilidad para mantener el equilibrio se puede pasar a una bicicleta sin necesidad de ponerle rueditas.
Permite que desarrollen el sentido del equilibrio sin sentirse en peligro.
Al no tener rueditas no se traba en el pasto, adoquines o veredas rotas.
Diseñada para niños y niñas de 2 a 5 años. Con asiento reclinable.
Pueden experimentar sus propias habilidades sin necesidad de sostenerlos.
Desarrollan motricidad y autoconfianza, coordinando el movimiento manos y pies.
Ideal para llevar a cualquier lugar, con su tamaño reducido y sus 4,7 Kg.